19 Jan
19Jan

Introduces una moneda en la máquina de vending, seleccionas el producto y... ¡oh, sorpresa! ¡Caen dos en vez de uno! ¿Cómo te sientes? Llegas al check-in y te dicen que hay overbooking, así que te hacen un upgrade y vuelas a NYC en primera. ¿Cómo te sientes? En el súper, miras todas las bolsas de ensalada hasta que encuentras una que caduca más tarde. ¿Cómo te sientes? Deja que adivine: tremendamente bien. La sensación de estar ganándole al sistema, aunque sea en pequeñas cosas, es una de las más gratificantes de las que hoy podemos disfrutar. Saber que hoy has salido ganando tú. Que no has pasado por el aro esta vez. Es dopamina pura. Si lo has sentido tú también en alguna ocasión, enhorabuena: llevas un hacker dentro.


2020 va a ser el año en el que comprendamos más que nunca como sociedad que hackear el sistema no es necesariamente malo. Dejaremos de sentirnos culpables por ello. Como ciudadanos, tomaremos consciencia de que necesitamos gobernarnos un poco más, hacer nosotros mismos que pasen cosas. La Cumbre del Clima de la ONU es la última prueba de que debe ser así. Las iniciativas se multiplicarán. Está por florecer todo lo que se ha sembrado durante años en este aspecto y que ahora empieza a germinar, de la mano de las nuevas generaciones, pero también de las que ya están cansadas de ir por el carril correcto sin destino aparente. Así es como nacen start-ups creadas por personas de 60 años. Así es como llegan adolescentes a dar lecciones a los grandes poderes económicos. Por eso creo que el 2020 será el año de los hackers. Porque todo aquello que nos hace sentir pequeños como individuos va a ser hackeado. Y también porque ser un poco anti-sistema empieza a ser bastante cool.


Si nos fijamos, algunos ya se están definiendo como la alternativa que rompe con lo establecido y aporta más beneficios a las personas: Los bancos que no son bancos, Ulabox y su “anti-súper”, el “súbelo” de wallapop, la cadena hotelera que no tiene hoteles, las motos eléctricas que son tuyas sólo un rato, el “yo no soy tonto”... La célebre mutación a servicio de Genís Roca también va por ahí. El todopoderoso sistema ya se ve incapaz de mantener los mimbres que sostienen su viejo statu quo. Ya no es posible ni regular ni contener todas las iniciativas que pretenden saltarse procedimientos, llegar más rápido a lo que se quiere. Y la sociedad es cada vez más consciente de esto. Por eso la sociedad demanda hackers. Empresas, servicios, Apps, plataformas... sin rastro de los que custodiaban las llaves del poder hace nada.


Si quieres que tu marca, tu producto o tu servicio sean relevantes en 2020, tendrás que pensar como un hacker. Facilita el acceso a algo, ahorra tiempo a tus clientes, consigue que se “cuelen” en algún aspecto. Haz que el papeleo desaparezca, multiplica sus beneficios, resuelve sus problemas. Consigue que, gracias a tu marca, tu cliente salte barreras, consiga un upgrade en algo, llegue a sitios donde pocos llegan... consigue que se sientan libres de cadenas, libres de lo viejo. Dales un poco más de control y aportarás valor diferencial.


Be hacker, my friend... eso sí... antes de que te hackeen a ti...